Mientras que las características y las funciones acaparan la atención, los requisitos no funcionales (RNF) gobiernan silenciosamente el éxito de tu producto. Estos requisitos definen qué tan bien opera tu sistema, no solo qué hace.
Los requisitos no funcionales, comúnmente abreviados como RNF, son las cualidades que hacen que un producto sea usable, con buen rendimiento, confiable, seguro, fácil de mantener y escalable. A menudo se pasan por alto, pero son esenciales para construir productos que los usuarios adoren y en los que las empresas puedan confiar.
Spotify lleva al límite la optimización de red asociándose con proveedores de servicios de Internet y conectándose directamente con grandes intercambios de Internet. Esto elimina cuellos de botella y latencia, resultando en una experiencia de streaming de música casi instantánea.
Utilizando una red global de servidores de entrega de contenido y empleando técnicas como la precarga de contenido y el caché inteligente, Spotify busca entregar música en milisegundos, sin importar la ubicación del usuario.
Amazon se centra en la escalabilidad y la confiabilidad. El sitio web de Amazon puede manejar grandes volúmenes de tráfico durante períodos de alta demanda, como el Black Friday y el Cyber Monday. Amazon logra esto invirtiendo fuertemente en su infraestructura y utilizando diversas técnicas para distribuir el tráfico entre sus servidores.
Netflix invierte mucho en perfeccionar su experiencia de streaming de video de alta calidad. Se apoyan en su red de entrega de contenido y emplean técnicas como el streaming de tasa de bits adaptativa para ajustar la calidad de video según la velocidad de conexión del usuario.
Google representa la excelencia en velocidad, precisión y relevancia. Los ingenieros de Google dedican enormes esfuerzos a mejorar el rendimiento y la usabilidad de Google Search, implementando técnicas de caché y algoritmos de aprendizaje automático para ofrecer resultados rápidos y precisos.
Apple es conocida por diseñar desde el principio con la seguridad en mente. Funciones como el cifrado de extremo a extremo, la autenticación multifactor y rigurosas auditorías de seguridad de hardware crean una defensa sólida contra ciberataques. Minimiza la recopilación de datos, limita el acceso de terceros y ofrece controles transparentes para que el usuario gestione su información.